Generador de energia de bicicleta

EFECTO PIEZOELECTRICO


La piezoelectricidad (del griego piezein, "estrujar o apretar") es un fenómeno que ocurre en determinados cristales que, al ser sometidos a tensiones mecánicas, en su masa adquieren una polarización eléctrica y aparecen una diferencia de potencial y cargas eléctricas en su superficie.

Este fenómeno también ocurre a la inversa: se deforman bajo la acción de fuerzas internas al ser sometidos a un campo eléctrico. El efecto piezoeléctrico es normalmente reversible: al dejar de someter los cristales a un voltaje exterior o campo eléctrico, recuperan su forma.

Los materiales piezoeléctricos son cristales naturales o sintéticos que carecen de centro de simetría. Una compresión o un cizallamiento provocan disociación de los centros de gravedad de las cargas eléctricas, tanto positivas como negativas. Como consecuencia, en la masa aparecen dipolos elementales y, por influencia, en las superficies enfrentadas surgen cargas de signo opuesto.

Se distinguen dos grupos de materiales:
·         Los de naturaleza piezoeléctrica primigenia: cuarzo, turmalina, etcétera.
·         Los denominados ferroeléctricos: tantalato de litio, nitrato de litio, berlinita, en forma de materiales monocristalinos y cerámicas o polímeros polares, que tras ser sometidos  apolarizacion adquieren propiedades piezoeléctricas, ya como microcristalinos orientados

Si se ejerce presión en los extremos del eje polar se produce polarización: flujo de electrones se dirige hacia un extremo y genera en él una carga negativa, mientras que en el extremo opuesto se induce una carga positiva.

La corriente generada es proporcional al área de la placa y a la rapidez de la variación de la presión aplicada ortogonalmente a la superficie de la placa.

Otra aplicación importante de la piezoelectricidad resulta por cumplirse la propiedad inversa:
·         Si la placa de material piezoeléctrico se somete a una tensión variable, se comprime y se relaja, oscilando a los impulsos de una señal eléctrica.
·         Cuando esta placa está en contacto con un fluido le transmite sus vibraciones y produce ultrasonidos.
La primera aplicación práctica de la piezoelectricidad, que surge de la cualidad de transformar una señal mecánica (presión) en una señal eléctrica (corriente eléctrica), es la del sonar.




La carga eléctrica creada por un cristal piezoeléctrico es muy pequeña. Para compensar esto por lo general se usan en aplicaciones de alta repetición. Un método que usa esta energía para crear electricidad se vale del potencial personal humano. La gente se mueve miles de veces al día. Los cristales piezoeléctricos pueden incrustarse en objetos de uso cotidiano como los zapatos. Cada vez que una persona da un paso el cristal genera una pequeña carga. Con el tiempo y después de miles de pasos, esas pequeñas cargas se acumulan hasta que la cantidad se vuelve significativa. Esta energía puede usarse para alimentar dispositivos electrónicos personales, como teléfonos celulares y reproductores de MP3 completamente cargados.

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